Alrededor del año 575 AC la esposa de
un rey persa denominado Cambises, dio a luz un hijo que recibió el nombre de
Kurush o Ciro según la denominación griega, el cual había de convertirse en
Ciro II, aunque el mundo le conoce más como Ciro el Grande, arquitecto y
fundador del Imperio persa.
Ciro II asumió el trono de Anshan en
el año 559 AC y luego se convirtió en el
rey de todos los persas, subyugando a la otra rama de los aqueménides. Al mismo
tiempo empezó pronto a dar señales de independencia de su soberano medo
Astiages.
En el año 540 AC, en su 19º año como
rey de los persas, Ciro lanzó su campaña contra Babilonia. Luego de su triunfo
los persas adquirieron así mucho más que el principal centro comercial del
mundo y las tierras agrícolas inmensamente productivas de la Mesopotamia. Entre
estos dominios se encontraba Fenicia, esta resulto la mejor conquista, ya que con
las naves y marinos de Fenicia a su disposición los persas se convirtieron en
una gran potencia marítima.
El Imperio persa despertó en Ciro
nuevas ambiciones y empezó los preparativos para nuevas conquistas.
Durante un año liberó a los israelitas
cautivos en Babilonia, que habían sido llevados allí el año 589 ac, les
devolvió sus tesoros de oro y plata expoliados de su templo de Jerusalén y
devolvió 40.000 de ellos a su hogar. Aunque este gesto generoso tenía
relación perfectamente con su política
de justicia y libertad religiosa para sus esclavos, le aseguró también la
gratitud y lealtad del pueblo cananeo.
En el año 539 a.c los ejércitos de Ciro el Grande el primer rey
de la Persia antigua, conquistaron la ciudad de Babilonia. Pero sus siguientes
acciones fueron las que marcaron un gran avance significativo para el Hombre.
Liberó a los esclavos, declaró que todas las personas tenían el derecho a
escoger su propia religión, y estableció la igualdad en la raza humana. Éstos y
otras leyes fueron grabados en un cilindro de barro cocido en lenguaje acadio.
Conocido hoy como el Cilindro de Ciro,
este documento antiguo ha sido reconocido en la actualidad como el primer
documento de los derechos humanos en el mundo. Está traducido en los seis
idiomas oficiales de las Naciones Unidas y sus disposiciones son parecidas a
los primeros cuatro artículos de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
Los judíos en Babilonia nunca
perdieron la esperanza de volver a Jerusalén, así como su fe en la salvación.
Varias décadas más tarde, en el año 538 a. C. los Judíos en Babilonia se les
permitió regresar a la Tierra de Israel, debido a el decreto de Ciro el Grande,
el gobernante del Imperio persa que había conquistado la región y concedió a
los Judíos el derecho de adorar a su Dios en Jerusalén, en una cierta forma de libertad.
El rey Ciro el grande es representado
como el salvador de los esclavos, fue el único del imperio de persas que lucho
por la libertad y justicia de los esclavos lo cual estaban haciendo explotados.
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